INTRODUCCIÓN
Nuestro planeta está habitado por un número estimado de 2 a 4.5 millones de formas de vida, y el número estimado de especies extintas es aproximadamente de 50 a 16 mil millones.
Se ha dado el nombre de taxonomía (taxis, ordenar, nomos, ley) al estudio de los principios generales de la clasificación, sin embargo esta ciencia comprende algo más que identificar y dar nombre a los organismos, su interés es el de buscar un orden dentro de la diversidad.
En el caso de los organismos, los biólogos han buscado un sistema “natural”, que sea independiente de la imaginación humana, denominándose taxa al grupo de organismos donde todos los miembros están relacionados entre sí por un ancestro común; por lo que una diferencia importante entre clasificar organismos y objetos inanimados es que para estos hay varios criterios, mientras que para los organismos solo uno: el ancestro común. La clasificación moderna de los organismos obedece a las relaciones evolutivas y a dos contribuciones importantes del naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778), que fueron:
a) Un método de agrupación
b) Un método de denominación o nomenclatura científica llamado sistema binomial.
El método de agrupación que ideó consiste en categorías (jerarquías filogenéticas o historia evolutiva), que en orden descendente son:
Reino
Phylum o Filo
Clase
Orden
Familia
Género
especie.
La especie es la unidad de clasificación biológica y se puede definir como ¨el conjunto de individuos con características comunes capaces des cruzarse genéticamente entre sí y producir descendencia fértil¨
Es obvio que el reino abarca distintos phyla; un phylum, varias clases; una clase, distintos órdenes; un orden, familias; una familia, varios géneros; y un género, una o varias especies, todas estrechamente relacionadas.
Además hay niveles intermedios entre categorías como sub, super, infra y otras como la variedad, el grado y la rama. La segunda contribución de Linneo fue la propuesta que todos los organismos tuvieran dos nombres para ser reconocidos en todo el mundo, a esto se llama sistema binominal.
Así, Canis familiaris es el nombre científico aceptado mundialmente para perro (esapañol), kelev (hebreo), hund (alemán), dog (inglés), pies (polaco), sabaka (ruso), hond (danés), y chien (francés).
Las reglas para la nomenclatura binominal son:
· La primera palabra del nombre nos dice el género y su primera letra va con mayúscula.
· La segunda palabra es un adjetivo; ambos palabras denominan a la especie.
· Se usa el latín o palabras latinizadas.
· Cuando el nombre se escribe a mano o a máquina, se subraya; cuando se imprime, se escribe en “cursivas”, llamadas también “letras itálicas”.
Dentro de las ventajas de la clasificación taxonómica están:
· El estudio de los organismos se facilita.
· El nombre científico es aceptado mundialmente, independientemente del idioma de cada país, ya que se usa el Latín, una lengua muerta que no cambia.
· El reconocimiento de categorías de acuerdo con relaciones de semejanzas estructurales y evolutivas.
· Los organismos se ordenan en jerarquías de mayor a menor.
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